5 trucos para cuidar tus plantas de interior

Aprende con estos 5 trucos infalibles a cuidar tus plantas de interior. Mantener preciosas tus plantas de interior es mucho más sencillo de lo que crees.

cuidar-plantas-interior planta verde frondosa en el alfeizar de la venana, con adorno de buho, de guepardo y de monje de cerámica

Te encantan las plantas de interior. Lucen ideales en tu casa. Pero has probado una y otra vez, y siempre se te acaban muriendo. Pues no te preocupes, porque estás justo en el sitio indicado.

Te voy a explicar los 5 trucos infalibles que emplean para cuidar las plantas de interior esas personas que nacen con el don de “la buena mano con las plantas”. Ellos lo hacen de modo inconsciente, y aunque nunca seremos capaces de igualar el instinto natural, podemos aprender trucos que nos ayuden a cuidar nuestras plantas de interior de forma que estén siempre preciosas.

¿Sabes por qué se te mueren las plantas?

Son dos los motivos principales por los que, a pesar de cuidar tus plantas de interior, estas se acaban muriendo:

  1. Falta de cuidados
  2. Exceso de cuidados

La falta de cuidados es bastante simple:

Colocas la planta en cualquier parte que luzca bonita, en ocasiones sin tener presente sus necesidades especiales de luz o de sol. Y ahí se quedan. Se te olvida regarlas y sencillamente, la planta se muere por falta de agua y falta o exceso de luz.

El exceso de cuidados también es fácil de identificar:

Vas de un extremo al otro: de no mirarla durante semanas, a de repente ver que se está poniendo mustia y tiene la tierra totalmente reseca.



Lo primero que se te ocurre es anegarla de agua para contrarrestar la sequedad de la tierra. Y una vez la tierra encharcada, comienzas a cambiarla de sitio: “¿necesitará más luz?, ¿menos luz?, ¿un ratito de sol directo?, ¿estará mejor a la sombra? ¿será falta de abono?…” y ahí comienza una lista interminable de cuidados, que acaban con la pobre planta a pesar de todos tus esfuerzos.

cuidar plantas de interior. Ficus benjamina en esquina junto a un gran ventanal, con hojas secas por el suelo por falta de agua y exceso de luz

Tal vez se te han secado ya muchas plantas, y como “quieres hacerlo bien”, por miedo a que se seque, la riegas en abundancia. A pesar de regarla, la planta se pone mustia, de modo que comienzas el periplo anterior de cambios de lugar: más sol, meno sol, más luz, menos luz, la sacas a la ventana “para que le de el aire”, la vuelves a meter en casa “para que no se enfríe”…


1- Comienza con plantas resistentes

Dentro del amplísimo sector de plantas de interior resistentes, voy a separarlas en dos tipos, según la cantidad de agua que necesitan.

  1. Tenemos las que no necesitan agua, como los cactus, las plantas crasas y las suculentas.
  2. Y las que no pueden vivir sin agua, como las calas blancas, los potos o los lirios.

Si tienes poco tiempo y se te olvida regar, escoge para cuidar, plantas de interior suculentas, crasas o tipo cactus. Las plantas del desierto aguantan larguísimos periodos de sequía, y no sufrirán demasiado si se te olvida regarlas durante semanas, incluso meses.

cuidar plantas de interior cactus

Si por el contrario, la falta de agua es uno de tus grandes temores y siempre te pasas con los riegos, decántate por cuidar plantas de interior semi acuáticas, de las que sobreviven con las raíces siempre dentro del agua. Son ideales las calas blancas, los potos, los papiros o los lirios. Cualquiera de estas son ideales para regar todos los días, ya que necesitan tierra encharcada para prosperar y aguantan también temporadas cortas de sequía si se te olvida regarlas.

Cuidar plantas de interior lirio de la paz  flores sobre una mesa

2- Las plantas de interior son seres vivos, pero no son animales

¿Por qué digo esto? porque aunque parezca obvio, para cuidar plantas de interior, no necesitas hacerles tanto caso como a un cachorro.

Las plantas de interior, cuando más felices son, es cuando menos caso se les hace.

Ya sabes que en la naturaleza no existen las “plantas de interior”. Las plantas, están en el campo, con sus raíces bien agarradas, y no cambian de sitio en toda su vida. Allá donde cae la semilla, es donde arraigan y ya no se mueven. Lo que llamamos plantas de interior, suelen ser plantas tropicales, adaptadas a climas más templados y uniformes que el nuestro. Por eso, para cuidar tus plantas de interior, lo mejor que puedes hacer es copiar el modo en que viven en la naturaleza.

Replicar su hábitat natural es muy fácil:

  1. No las cambies constantemente de sitio.
  2. Si la ves prosperar, déjala ahí y no la muevas más. Has encontrado el lugar perfecto. Si pasado un par de meses no remonta, prueba a cambiarla a otro lugar. Tal vez tenía exceso de luz, o al contrario, menos luz de la necesaria. A lo mejor la humedad ambiental no era la adecuada (por ejemplo, el cuarto de baño no es el mejor lugar para colocar una planta crasa).
    Si empieza a ponerse mustia, busca en Google el nombre de tu planta y escoge un lugar más adecuado para ella. Entre un cambio y otro de lugar, deja como mínimo un mes. Las plantas necesitan tiempo para aclimatarse a su nuevo hogar.
  3. Para que no crezca torcida hacia la fuente de luz (generalmente la ventana) debes girar la maceta. Haz cuatro marcas en el tiesto indicando los puntos cardinales. Gira una vez al mes, siempre en el mismo sentido.

3- Agéndate un día fijo para regar, y procura que sea siempre a la misma hora

Cuidar plantas interior jarra verde claro junto a macetas con flores

La agenda del teléfono móvil resulta ideal para evitar olvidos, porque directamente te avisará de que ha llegado el momento de regar y podrás programarlo a una hora que sepas que estás en casa. Si estás en casa, deja de inmediato lo que sea que estés haciendo, y riega. Es prioridad absoluta. Si no estás en casa o no puedes hacerlo cuando suene el aviso, pulsa la opción “posponer” para que el aviso se te repita pasados unos minutos o a la hora en que estés en casa.



Hay plantas de interior que hay que regar una vez a la semana mientras que otras basta con hacerlo una o dos veces al mes.

Las crasas, por ejemplo, pueden pasar todo el invierno sin una gota de agua, y sólo regarse una o dos veces al mes en los periodos más calurosos… En cualquier caso, anota el riego de tus plantas en la agenda del teléfono móvil y riega sólo cuando te avise la alarma. Es la forma más práctica de despreocuparte y que tengan siempre el agua necesaria.

Si tu planta tiene hojas peludas (como las violetas), procura que no se mojen. Infórmate de si tu planta debe regarse por arriba o por debajo, colocando agua en un plato para que las raíces la absorban. También existe el riego por inmersión, metiendo la maceta en un cubo de agua hasta que empape por completo la tierra y luego dejando escurrir toda el agua que le sobra. En cualquier caso, una vez regadas, procura que no quede agua en el plato.

cuidar plantas de interior violeta africana flores rosadas

Es importante conocer el modo adecuado de regar tus plantas, porque no todas las plantas de interior se riegan del mismo modo.

4- Quítale el polvo a las hojas

Las plantas respiran por las hojas, de modo que necesitan que estén lo más limpias posible. Eso no significa que tengas que limpiarles el polvo todos los días, pero son una pieza más a incluir en tu rutina diaria de quitar el polvo.



No necesitas grandes inventos. Utiliza el mismo plumero desechable que pasas rápidamente por los muebles, y pásalo rápidamente por las hojas de tu planta. El día de la semana que tengas establecido para la limpieza a fondo del polvo utiliza un paño de algodón mojado y escurrido en agua limpia y pásalo a todas las hojas, por delante y por detrás. Si sigues mi método de limpieza por sectores, ese día será el sábado, que es cuando trabajamos en el Sector 5. Este es el sector dedicado a los trabajos especiales, como la jardinería (entre otras tareas)

cuidar plantas de interior hojas grandes

No emplees abrillantadores de hojas para cuidar las hojas verdes de las plantas de interior. No las limpies tampoco con un paño con aceite, ni con leche “para dar brillo”. Todo lo que no sea limpiar las hojas con agua limpia, para lo único que sirve es para ensuciar los poros de la hoja y que la planta respire peor.

5- Ten siempre un pulverizador con agua fresca a mano

Así, cada vez que pases cerca, podrás darle un toque extra de humedad ambiental. Con un par de toques rápidos del pulverizador lograrás un ambiente fresco que seguro que te agradece. Busca un modelo de envase pulverizador que a la vez de práctico resulte decorativo. Así podrás tenerlo al lado de la maceta y será práctico y precioso. Estos que te dejo en el enlace de justo aquí abajo, son particularmente ideales. A mí al menos me encantan.

Para terminar:

Estos 5 trucos te ayudarán mucho a cuidar tus plantas de interior. Al vivir en una casa, tienen unas condiciones de temperatura y humedad estables prácticamente durante todo el año.

5 Trucos: Los principios básicos para cuidar tus plantas de interior:

  1. Nunca coloques tu planta de interior en un lugar con corrientes de aire.
  2. Los cristales de las ventanas sin cortinas que protejan la planta, tienen “efecto lupa” al reflejarse directamente el sol. Se pueden quemar las hojas y las flores. Pon siempre cortinas o una pantalla de celosía que proteja tu maceta.
  3. Es mucho más frecuente que una planta de interior muera por exceso de cuidados, que por falta de atención. No te excedas y limítate a regarla y abonarla sólo cuando le toque (cuando te avise la alarma del teléfono móvil que te explicaba un poco más arriba). Y hazlo con las cantidades de agua/abono indicadas.
  4. Siempre que sea necesario, corta con unas tijeras desinfectadas con alcohol las ramas y las hojas muertas.
  5. Despunta o “pinza” las ramas que destaquen por crecer de una forma desproporcionada al resto de la planta. El pinzamiento de las puntas hará que salgan ramas nuevas en las puntas. Así se pondrá mucho más frondosa.

Y no hay que hacer nada más.

Escríbeme un comentario un poco más abajo:

Cuéntame cuales son tus plantas favoritas, y si eres de las que fallas por exceso de agua… o porque se te olvida regarlas…(yo reconozco que soy de las del segundo grupo… lo que mejor se me da, son los cactus. Si tienes buena mano con las plantas, estaré deseando que me cuentes tus trucos… y cómo lo haces tú para tenerlas tan bonitas.

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Saludos.

Pepa Tabero.



Peligros al mezclar productos de limpieza

mezclar productos de limpieza: evitar peligros – pixabay

Resulta imprescindible aprender a mezclar los productos de limpieza para evitar peligros. “Natural” no es lo mismo que “inocuo” del mismo modo que que “artificial” no significa “tóxico”. Simplemente, algunos se pueden mezclar, y otros, es mejor utilizarlos solos.

El riesgo que entrañan los productos de limpieza no hay que buscarla en el producto. Si está a la venta en un supermercado, es porque es apto para el uso doméstico. El peligro hay que buscarlo en la forma de uso, en las concentraciones, en las proporciones, en las condiciones de uso (más o menos ventilación, uso de guantes, ropa adecuada…) . En muchas ocasiones, la culpa la tienen las mezclas inadecuadas con otros productos.

El mayor limpiador y el disolvente más potente que existe, es el agua.

Pepa Tabero

Mezclar productos de limpieza. Evitar riesgos usando agua y jabón neutro..
el agua es el mejor producto de limpieza – pixabay

Los productos de limpieza concentrados los rebajamos con agua para facilitar su uso.

En este ártículo te explico lo que puedes y lo que no puedes hacer. En caso de duda o accidente es importante llamar al Instituto Nacional de Toxicología (en España el teléfono es el 91 562 04 20, con atención las 24h durante los 365 días del año)

Lejía y amoníaco

Aunque luego te voy a explicar de forma detallada qué se puede mezclar con la lejía y con el amoniaco quiero empezar con las advertencias de estos 2 productos de forma conjunta, ya que son las mezclas que más accidentes generan.

Son dos productos altamente utilizados en limpieza doméstica porque son excelentes productos limpiadores y desinfectantes. Hay normas básicas e imprescindibles que debemos tener en cuenta:

  • Nunca se debe mezclar la lejía con el amoniaco. Es muy peligroso y puede resultar mortal.
  • Hay que tener mucha precaución al mezclarlos con otros productos.
  • Son productos que siempre debes mantener en su envase original.
  • Debes tener cuidado al respirar sus vapores.
  • Conviene utilizarlos diluidos en agua. Si vas a utilizarlos sin diluir, debes extremar las precauciones.

La mezcla de ambos productos es peligrosísima. A pesar de ello muchas personas la realizan desoyendo los avisos que se hacen en los medios de comunicación (sobre todo cuando ocurre algún fallecimiento por esta causa). También lo avisan en las etiquetas de los envases. Aún así, todos los años se producen muertes y hospitalizaciones por la mezcla de estos dos productos.


La lejía (o lavandina o cloro o hipoclorito de sodio)

La lejía es nombre común que se le da en España al hipoclorito de sodio. En otros países se le conoce como lavandina, cloro, agua de Javel o agua Jane.

Debe utilizarse siempre con agua fría. Evitar el contacto con la piel, usando guantes y manteniendo la estancia ventilada. 

En ocasiones he escuchado recomendar de forma imprudente el utilizarla en caliente, con la excusa de que aumenta su poder de limpieza. Pero eso es un grave error. La lejía NUNCA debe calentarse, ya que desprende vapores altamente tóxicos con gravísimas consecuencias para las vías respiratorias. Además del riesgo de respirar esos vapores tóxicos, al evaporarse pierde su función desinfectante.

La lejía puede mezclarse con:

  • Agua
  • Jabón líquido neutro (de platos, de manos…)
  • Detergente líquido neutro de lavadora.

Nunca mezclar lejía con:

  • Amoníaco
  • Vinagre (de ningún tipo)
  • Ácido Cítrico (ni líquido, ni polvo. Tampoco con zumo de limón natural)
  • Alcohol
  • Agua Oxigenada – Peróxido
  • Carbonato
  • Bicarbonato
  • Percarbonato
  • Limpiadores multiusos
  • Ácidos de ningún tipo
  • Desinfectantes de ningún tipo, incluyendo bactericidas como el Sanitol.



Te dejo un ejemplo de mi producto de limpieza favorito para limpiar el cuarto de baño: Pongo dos vasos de jabón líquido casero y un vaso de lejía en una botella de dos litros de capacidad, y la termino de rellenar con agua. Así preparo el jabón líquido casero

El amoníaco

El amoniaco es un excelente quita-grasa que además de ayudarnos en la limpieza del hogar, se encuentra habitualmente en la naturaleza.

El amoniaco es un gas (irritante) producido por las bacterias que descomponen la orina.

Se utiliza siempre diluido en agua. Normalmente se vende ya diluido.

Desprende gases muy irritantes y que son tóxicos, por lo que hay que evitar respirarlos. Ese es el motivo por el cual hay que mantener la estancia siempre muy bien ventilada al utilizarlo.

El amoníaco se puede mezclar con:

Utilizando amoníaco podemos preparar excelentes productos de limpieza
  • Agua
  • Alcohol (etílico o etanol, isopropílico, “de farmacia”…)
  • Colonia fresca de baño (en sustitución del alcohol para dar mejor olor)
  • Jabón neutro (de platos, de manos…)
  • Detergente neutro de lavadora (que no sea específico para ropa blanca -podría tener cloro-)

Nunca mezclar amoníaco con:

  • Lejía/lavandina/cloro
  • Vinagre
  • Ácido Cítrico (ni líquido, ni polvo. Tampoco zumo de limón natural)
  • Agua oxigenada – Peróxido
  • Ácidos de cualquier tipo

Te dejo un ejemplo de un limpiador fantástico y multiusos, que no necesita aclarado. Yo le llamo TRIPLE A, porque sólo lleva 3 ingredientes y con ellos lo limpia y lo desinfecta todo: Limpiador multiusos Triple A



El vinagre y el ácido cítrico (líquido o en polvo)

El vinagre es un producto que nunca falta en nuestras cocinas para cocinar. Pero también tiene otros muchos usos como producto de limpieza. Los hay de varios tipos y en este artículo te hablo ampliamente de sus diferentes características y múltiples usos en la limpieza del hogar.

El ácido cítrico es un producto que se puede encontrar en formato líquido o en polvo. Es un producto que proviene del limón u otros cítricos y cuyo uso en limpieza es muy similar al del vinagre.

Ambos productos puedes comprarlos para uso exclusivo de limpieza o para uso alimentario. Si los compras para uso alimentario (vinagre de ensalada y ácido cítrico alimentario), podrás usarlos para cocinar y limpiar, con la ventaja de no estar usando productos tóxicos.

El vinagre y el ácido cítrico se pueden mezclar con:

  • Agua
  • Alcohol (etílico o isopropílico)
  • Bicarbonato (siempre en un recipiente abierto porque se genera una gran efervescencia) Si usas ácido cítrico en polvo, necesitarás añadir agua. La reacción de efervescencia lo que limpia, al introducirse el oxígeno en la superficie sucia. Cuando se pasa ese efecto ya no sirve.

Nunca mezclar vinagre ni ácido cítrico con:

  • Lejía
  • Amoníaco
  • Agua Oxigenada – Peróxido
  • Cualquier desinfectante o limpiador basado en el oxígeno.



Te dejo un ejemplo de uso del vinagre mezclado con otros productos: Un limpiador maravilloso y que no necesita aclarado: Limpiador ecológico anti cal AVA

Agua oxigenada (Peróxido de hidrógeno) y Percarbonato

El agua oxigenada, también conocida como peróxido de hidrógeno, y el Percarbonato de sodio, son dos productos limpiadores y desinfectantes, basados en el poder desinfectante del oxígeno.

El uso de agua oxigenada está en muy extendido para la desinfección de heridas. También se utiliza mucho en peluquería aunque en concentración distinta. En peluquería se conoce más como peróxido.

El percarbonato es un aditivo que se añade a los detergentes para limpiar y desinfectar cualquier superficie.

Cada vez tienen mayor aceptación y se utilizan de forma más generalizada como aditivos. Su gran eficacia desinfectante y limpiadora, sin los inconvenientes de la lejía está conquistando el mercado de los limpiadores y desinfectantes.

El agua oxigenada se puede encontrar en formato líquido.

El percarbonato de sodio lo encontraremos en formato de polvo granulado.

El agua oxigenada y el percarbonato se pueden mezclar con:

  • Agua
  • Ácido cítrico o Zumo de limón
  • Detergente neutro para ropa
  • Jabón neutro (para platos, manos…)

Nunca mezclar el agua oxigenada ni el percarbonato con:

  • Lejía
  • Amoníaco
  • Vinagre




Te dejo la receta de uno de mis limpiadores favoritos. Desinfecta, elimina olores y limpia sin necesidad de aclarado: limpiador con oxigeno activo casero.

Sosa cáustica (o hidróxido de sodio o soda cáustica)

El hidróxido de sodio también se conoce como sosa caústica o soda caústica.

Se trata de un producto fuerte y corrosivo, que se utiliza generalmente como decapante de pinturas, destatascador, hacer jabón o cocer aceitunas.

Nunca debe estar en contacto con la piel ya que produce graves quemaduras, y hay que enjuagar de inmediato con vinagre en caso de salpicadura.

Al contacto con el agua, algunos metales y otros productos desprende gases altamente tóxicos que al inhalarse pueden producir quemaduras importantes en las vías respiratorias.

En definitiva, hay que extremar las precauciones cuando se utiliza la sosa caústica y hacerlo siempre en lugares muy ventilados, preferiblemente al aire libre.

En el mercado se puede encontrar en estado sólido como perlas o escamas, o en formato líquido, con diversas proporciones de pureza.

La sosa cáustica se puede mezclar con:

  • Agua (siempre poner primero el agua y después la sosa. Crea una reacción exotérmica – es decir, la mezcla se calienta mucho por sí sola, y poco a poco se enfría-) Es muy irritante: sitio muy ventilado y usar guantes y mascarilla
  • Grasas o aceites (para hacer jabón)
  • Vinagre – El vinagre (cualquier tipo) neutraliza la acción de la sosa caústica por lo que si nos salpica la piel, rápidamente debemos lavarnos con vinagre para evitar quemaduras.

Nunca mezclar la sosa cáustica con:

  • Detergentes de ningún tipo.
  • Limpiadores de ningún tipo.
  • Desinfectantes de ningún tipo.
  • Metales de ningún tipo, salvo Acero Inoxidable.
  • Nunca poner en contacto con el Aluminio, porque lo corroe hasta hacerlo desaparecer soltando unos vapores altamente tóxicos.

Si nos salpica el agua mezclada con la sosa, se neutraliza con:

  • Vinagre – El vinagre (de cualquier tipo) neutraliza la acción de la sosa caústica por lo que si nos salpica, rápidamente debemos lavarnos con vinagre abundante, para evitar quemaduras.

Te dejo un ejemplo de uso de la sosa cáustica, para hacer jabón casero: Hacer jabón casero

Agua fuerte (o ácido clorhídrico o salfumant o ácido muriático)

El conocido como Agua Fuerte es en realidad el ácido clorhídrico o muriático, y tambien se le conoce como salfumant.

Es un producto con el que hay que extremar las precauciones, ya que es muy peligroso al contacto con la piel, y en la inhalación de sus vapores. Podemos decir que aplican las mismas advertencias que daba más arriba para la sosa cáustica.

En el caso de salpicadura de agua fuerte hay que aclarar de inmediato con mucha agua.

Es uno de los ácidos más potentes que hay. Se utiliza de forma habitual en las casas, para eliminar el sarro que produce el exceso de cal en los sanitarios, limpiar suelos de barro cocido, restos de cemento tras hacer una obra o desatascar tuberías. Es muy útil para eliminar el óxido de los metales y también sirve para regular el Ph del agua de la piscina y acabar con las algas.

Siempre hay que utilizarlo añadiendo agua.

El agua fuerte se puede mezclar con:

  • Agua.
  • Nada más.

Nunca se puede mezclar el agua fuerte con:

  • NADA. Únicamente con agua, para diluirlo.
  • NUNCA puede entrar en contacto con aluminio, pues los gases resultantes de disolver el aluminio resultan son altamente tóxicos.

A continuación te pongo una tabla resumen de las posibles mezclas.

  • En verde aparecen las mezclas que no son peligrosas.
  • En amarillo, las que se pueden realizar con precaución (revisar en el artículo los riesgos)
  • En rojo, las que no se deben hacer por ser muy peligrosas.

Te dejo un artículo que escribí que te da un ejemplo de uso del aguafuerte. Lo utilizo para limpiar los suelos de barro cocido: Limpiar suelos porosos de barro cocido.



Espero que te haya servido para saber qué productos de limpieza podemos mezclar y sobre todo, conocer las mezclas peligrosas que debemos evitar si no queremos tener un disgusto.


Escríbeme un comentario más abajo con cualquier cuestión que te surja o duda que tengas. Estaré encantada de responderte.

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Pepa Tabero.

Cómo limpiar el moho del baño. Blanquear las juntas

como limpiar el moho del baño y blanquear las juntas. Se ve una bañera con las juntas de silicona y de los azulejos perfectamente blancas y limpias
pixabay

Cómo limpiar el moho del baño y blanquear las juntas que unen los azulejos a la bañera, la ducha o la mampara puede ser complicado. Si las juntas son las que sellan la bañera a la pared, o la mampara o el plato de la ducha a la pared o al suelo, suelen ser de silicona. Normalmente son de una silicona especial antimoho, pero a veces nos instalan silicona normal. En otras ocasiones, el moho se acumula simplemente porque tienen ya muchos años.



Mantener estas juntas de silicona en perfecto estado, es imprescindible. Son las que evitan que el agua chorree, se salga y nos moje todo el cuarto de baño. Puede parecer complicado limpiarlas, pero es mucho más sencillo de lo que te puedas imaginar.

Las otras juntas que suelen acumular gran cantidad de moho y se ponen negras, son las de los azulejos. Tanto de la pared, como las de las losas del suelo.

También podemos ver el moho inconfundible en cualquier rincón de difícil acceso. Los rieles de la mampara de la ducha, tan complicados de limpiar cuando no sabes cómo hacerlo.

Con el tiempo y la humedad, a las juntas se les va acumulando una capa negra de moho. Este moho negro, se acumula en todos los rincones de difícil acceso.

El moho y los productos específicos antimoho

En el mercado, venden muchos productos específicos para eliminar el moho. La mayoría en formato pulverizador, prometen (y suelen cumplirlo) que en pocos minutos nuestras juntas de la bañera estarán de nuevo blancas y relucientes como recién colocadas. En lo que ya “fallan”, es cuando también prometen que el moho no volverá a salir, o lo hará “dentro de un año”.

Si la zona de la que tenemos que eliminar el moho, es un rincón puntual, en el que no suele haber grandes cantidades de humedad, es probable que, tal como dicen, retrasen la salida de la nueva colonia de moho.

Pero estamos hablando del cuarto de baño, de la bañera, de la ducha, de la mampara… Sitios en los que el agua se acumula a diario, y la humedad es casi constante. En pocas semanas volverá a estar casi como al principio.



La forma más sencilla y económica de limpiar el moho del baño blanquear las juntas

Para limpiar el moho del baño, de las juntas de silicona, lo mejor es poner en práctica el siguiente sistema:

Se necesita:

  • Papel higiénico
  • Algodón
  • Pinzas o un palillo
  • Guantes
  • Lejia (mejor que sea densa)

Procedimiento. Cómo limpiar moho del baño blanquear las juntas:

Coloca una tira de papel higienico, que cubra por completo la línea que hace falta limpiar. Seguramente necesites varias tiras. En las zonas particularmente complicadas (esquinas de difícil acceso, guías estrechas de la mampara… en lugar de papel, utiliza algodón.

Empapa con la lejía la tira de papel y las bolas de algodón que has colocado. Procura que todas las zonas sucias queden bien cubiertas con el papel o algodón bien mojado en la lejía.

Deja reposar toda la noche. Por la mañana, recoge el papel con los guantes puestos, para no tocar con las manos la lejía. Tíralo a la basura o al inodoro. El algodón retíralo con la ayuda del palillo y échalo a la basura. No tires el algodón al inodoro, porque podría atascarse y provocar una avería.

Repasa con un cepillo la tira que se acaba de blanquear. Eliminarás los restos y reforzarás el efecto de la lejía, que ha matado al moho. Aclara bien con agua limpia, y seca con una bayeta, como haces cuando limpias normalmente.

Repite este proceso, cada vez que sea necesario. Como ves, es muy sencillo limpiar moho del baño blanquear las juntas. Cuando lo pruebes, comprobarás lo fácil que resulta hacerlo y nunca más tendrás esas feas marcas negras. Tu cuarto de baño lucirá siempre perfectamente limpio y blanqueado.

Para limpiar las juntas del suelo, te dejo enlace a este artículo donde explico cómo limpiarlas de un modo muy sencillo.

Para las juntas de los azulejos de la pared, tienes este otro artículo, con un truco fantástico que hará que luzcan perfectas durante años.

Uniendo a los dos anteriores, este nuevo artículo en el que te explico el modo para limpiar moho del baño blanquear las juntas de silicona de la bañera o de la ducha, y los rieles de las mamparas, ya nunca más tendrás problemas de moho en tu cuarto de baño.



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Cuéntame utilizando el cuadro de comentarios de este artículo, cualquier cuestión que te surja o duda que tengas. Estaré encantada de responderte.

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Pepa Tabero.

Cómo lavar las frutas y verduras. Come más sano y sin pesticidas.

Lavar las frutas y verduras del modo correcto se ha convertido en una cuestión de primer orden por culpa del uso indiscriminado de los productos químicos en los cultivos intensivos.

Hoy en día, no podemos lavar las frutas y verduras del mismo modo que lo hacíamos hace años. Los productos químicos han cambiado y son mucho más potentes. Los empleados actualmente, aumentan mucho el volumen de producción. Bien utilizados, son (supuestamente) seguros dentro de los rangos de toxicidad que establecen los departamentos de sanidad encargados de controlarlos. Aún así, una vez que llega ese vegetal a nuestra cocina, tenemos que saber cómo lavarlo para eliminar el máximo posible esos productos químicos, sabiendo que no podremos eliminarlos por completo.



La mejor forma de evitarlos es comprando productos ecológicos, pero ni todas las familias pueden permitirse comer todo ecologico por ser más caro, ni tampoco los productos ecológicos son “tan ecológicos” como nos los quieren vender.

En cualquier caso, todos tenemos claro que cualquier vegetal que vayamos a consumir, hay que lavarlo. Aquí te voy a explicar cómo lavar las frutas y verduras del modo más eficaz, ya sean ecológicas o compradas en bandejas envasadas en el supermercado.

Cómo lavar las frutas y verduras ecológicas

Aunque sean de tu propia huerta y tengas totalmente controlados los productos químicos, siempre tienes que lavar las frutas y verduras con agua limpia, para quitarles el polvo y cualquier organismo patógeno que haya llegado arrastrado por el aire. No basta con sacudirlos o limpiarlos con un paño. Deben pasar siempre por agua de este modo:

  • Pon los vegetales a remojo con agua y vinagre (del que se usa para aliñar la ensalada) da igual que sea de vino o de manzana. El que uses normalmente en casa.

 

  • Si son vegetales que vienen de una huerta doméstica, lo necesitarán para eliminar los pulgones, los caracolillos y los restos de tierra que traen de la huerta. Si no tienen tierra o polvo, ni pulgones o algún otro tipo de bichito, y no te han avisado de que los tienes que consumir rápido, porque te los han lavado, desconfía totalmente de la ecología.

 

  • Las zanahorias, las cebollas, los ajos, las patatas… se crían bajo tierra. Lo normal es que traigan un poco pegada. Las lechugas son el alimento preferido de los pulgones y es raro que no traigan alguno, y las frutas, de estar en el árbol, cogen polvo.

 

  • Si se ven limpias y relucientes, es:
  1. Porque las han lavado, (muchas veces al agua se le añaden ceras especiales para evitar que la humedad las pudra. Aunque sean ceras naturales, llevan productos químicos)
  2. No son productos verdaderamente ecológicos.

Procedimiento de lavado ecológico

 

Llena el fregadero de agua y añade medio vaso de vinagre.

 

Añadir vinagre al agua mientras los lavas, ayudará a eliminar los posibles patógenos que no soporten la acidez del vinagre y eliminará el polvo y los bichitos.

 

Puedes sustituirlo por unas gotas de lejía o cloro (hipoclorito de sodio)

 

La proporción es de media cucharadita de café llena de lejía, para un fregadero de tamaño normal, lleno de agua.

Deja tus hortalizas en ese baño durante un par de minutos, para que el água llegue a todos los rincones y se limpien y desinfecten bien.

Despues, aclara bajo el chorro de agua fría, y ya están listas para ser consumidas sin riesgos.



Ten cuidado porque no se puede usar cualquier lejía/cloro.

Tiene que ser lejía especial, de la que pone en la etiqueta que es “apta para la desinfección del agua de bebida”. Suele venir en envases amarillos, pero no toda la lejía amarilla sirve. Tiene que poner en la etiqueta que sirve para desinfectar el agua. Hay que leer la etiqueta.

  • No sirve la lejía con detergente, ni ninguna otra que no ponga específicamente que sirve para desinfectar agua de beber.

 

Cómo lavar las frutas y verduras de supermercado (las “normales”).

Si los pones a remojo, los pesticidas y fungicidas con los que los rocían (sobre todo a las frutas y a las patatas) para que se vean brillantes y relucientes,  podrían llegar a entrar por los cortes, poros de la piel o de las hojas. Lo mejor en este caso, es lavarlos poniéndolos debajo el grifo abierto. Frótalos bien con las manos o preferiblemente con un cepillo especial para limpiar verduras (sirve un cepillo de uñas que se use sólo para la cocina).

Recuerda que después del lavado con vinagre o con lejía, tienes que aclararlos bien con agua limpia y secar con papel de cocina. Es mejor usar papel de cocina desechable para asegurarse de que se mantienen bien limpios..

Un último consejo, pero no por ello menos importante:

la fruta, hay que tomarla siempre pelada, porque los químicos que les rocían para evitar enfermedades en el árbol, o los que se les aplica mezclados con las ceras para hacerlas más brillantes, es imposible llegar a eliminarlos del todo.

Pelar la fruta, algo impensable hace unos años porque “en la piel es donde hay más vitaminas” (o eso nos decían), ahora se ha vuelto imprescindible.

Y esto es todo. Si te ha quedado alguna duda sobre cómo lavar las frutas y verduras antes de consumirlas, escríbeme un comentario y te lo explicaré encantada.

Te dejo este enlace a mi otro artículo donde te explico mi truco para conservar la fruta fresca pelada como recién cortada, sin que se oxide ni se ponga negra. Estoy segura de que te va a venir genial.

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¿De verdad funcionan los detergente para blanquear la ropa blanca?

En el mercado puedes encontrar muchos tipos de productos que aparentemente tienen una finalidad muy parecida pero, ¿sirven todos para lo mismo? ¿tienen todos el mismo efecto en la ropa? La respuesta es no, y en este artículo te voy a explicar las diferencias.

Cuando compres un detergente para blanquear la ropa blanca, tienes que saber que no puede ser el mismo que te ayude a conservar los colores brillantes en las prendas oscuras o negras, por mucho que te lo vendan así.

Dentro de los detergentes, los fabricantes incluyen una serie de aditivos que son los que diferencian unos de otros. En función de los aditivos podemos clasificar los detergentes en: 

  1. Detergente para ropa oscura y de colores vivos, con protectores del color.

  2. Especial para colores claros y ropa blanca (sin protectores del color).

  3. Productos blanqueadores generales, que incluyen lejía (cloro), percarbonato o similares.

  4. Blanqueadores “ópticos” que potencian los blancos.

En este artículo te voy a hablar de los dos últimos apartados: blanqueadores ópticos y blanqueadores generales.

¿Qué producto debemos utilizar?

Dependiendo del tipo de prendas que vayamos a lavar, necesitaremos uno u otro, porque como he dicho más arriba no todos sirven para lo mismo.



Últimamente es muy habitual leer etiquetas de detergente que dicen que sirven para cualquier color (claro, oscuro o blanco), pero párate un momento a pensar:  el mismo producto que hace relucir aún más el blanco no es posible que sirva a la vez para proteger y avivar los colores más oscuros. Al final estos producto se quedan a medias. Lavan la ropa, pero en cuanto se refiere no terminan de conseguir plenamente su objetivo.

Dependiendo de nuestra colada, usaremos un detergente para lavar nuestra ropa blanca y de colores claros, para blanquear ropa blanca con blanqueadores ópticos, o uno especial para ropa de colores oscuros, con protectores del color.

Detergente para blanquear la ropa blanca.

¿Qué son los productos blanqueadores?

Los productos blanqueadores son aditivos que se añaden a los detergentes. El objetivo es que la ropa, aparte de estar muy limpia por haberla lavado, tenga (y mantenga) un blanco reluciente.

Los colores se producen por el reflejo de la luz, solar, o artificial. La ropa blanca, según se lava, va perdiendo el blanco puro inicial y cogiendo un color entre grisáceo y amarillento.

Esto es, porque rara vez lavamos únicamente la ropa blanca con blanca. Tendemos a mezclarla con ropa clara. Incluso a veces metemos toda la ropa en la misma colada sin prestar atención a la separación de colores.

De este modo, por mínima que sea la cantidad de tinte que pueda soltar una prenda de color. Poco a poco nuestro blanco se va tiñendo y perdiendo el brillo y la blancura.

Evitarlo que eso ocurra y mantener una blancura impoluta es muy sencillo. Hay una serie de pasos que hay que seguir:

  • No mezclar nunca la ropa blanca con la de otros colores.
  • Utilizar siempre un detergente para blanquear la ropa blanca (y hay que comprobar que lo ponga en la etiqueta)
  • Conocer los distintos tipos de blanqueadores y cómo se usa cada uno de ellos.
  • Normalmente, los detergentes en polvo son los más efectivos para lograr los blancos más brillantes sin estropear el resto de colores.



Blanqueadores generales.

En este grupo nos encontramos detergentes que contienen  lejía o cloro (hipoclorito sódico), perborato de sodio, percarbonato de sodio… 

Los tejidos naturales como el algodón, el lino, la lana… responden muy bien a los tratamientos blanqueadores con estos producto. Si estando aun mojados, se ponen a secar directamente al sol, este actúa potenciando los blancos.

De cualquiera modo, estas fibras naturales tienden a oscurecerse con el tiempo y los lavados, sobre todo si lo que se utiliza para blanquearlos es la lejía (hipoclorito sódico). También pierden el blanco si se secan siempre en secadora de modo que no les de nunca directamente el sol.

Los tejidos artificiales, por el contrario, responden de formas distintas en función del producto que usemos para mantenerlos blancos.

La lejía y el sol son enemigos acérrimos de las prendas técnicas o acrílicas. Para ellas, lo mejor es emplear percarbonato y ponerlos a secar a la sombra. De esta forma también se protegen tanto el color, como las fibras elásticas que conforman este tipo de tejidos.



Blanqueadores ópticos: los que “blanquean”.

Los blanqueadores ópticos actúan a nivel de ilusión óptica en las prendas blancas. Lo que hacen este tipo de blanqueadores, es preparar el tejido para que refleje la luz y lograr un efecto de blanco brillante.

Juegan con las ilusiones ópticas del color azul sobre todo, aunque también aplican un mínimo de verde, o incluso rojo (en cantidades imperceptibles). Estos productos, aplicados en dosis mínimas, consiguen anular los amarillos y los tonos grisáceos que, con los lavados, salen de modo natural a las fibras de los tejidos. De este modo, potencian el brillo del blanco sin afectar a los colores claros.

El tipo de detergente específico para lavar la ropa blanca y colores claros que venden habitualmente en el supermercado, basa su poder blanqueador en este tipo de blanqueadores.

Azul añil o azulete.

El azul añil o azulete, es un aditivo que se añade además del detergente.

El azulete es un blanqueador óptico sumamente efectivo que da un ligerísimo tono azul que potencia de modo extraordinario el color blanco de la prenda.

Hay que tener mucho cuidado con la dosificación. Si se pone más de lo necesario, puede llegar a teñir la prenda directamente de azul. De cualquier modo, este efecto desaparece con los lavados. Si en lugar de blanco brillante, te quedó la ropa azul, no te preocupes porque con lavarla varias veces se soluciona.

Para evitar que la ropa se tiña de azul es preferible no aplicarlo nunca de forma directa en la lavadora. Lo mejor es disolver unas gotas del azul añil en un barreño con agua. Después de lavar la prenda, se pone a remojo en este agua y, tras unos minutos, tenderlo a secar cómo se hace normalmente.

Blanco nuclear.

El blanco nuclear es otro blanqueador óptico de uso muy habitual que se vende en sobres. Es un producto en polvo muy económico que se añade junto al detergente directamente en la lavadora. Es muy común utilizarlo para lavar las cortinas, las toallas o en las coladas de paños de limpieza de color blanco.

Los inconvenientes de este tipo de blanqueadores ópticos, es que son muy poco ecológicos y a largo plazo hacen que los tejidos se estropeen antes. De cualquier modo en la sociedad de consumo en la que vivimos, los tejidos que compramos vienen con la duración determinada de fábrica. Esto hace que apenas se note el desgaste que producen en las fibras este tipo de productos.

El sol también blanquea.

Como os comentaba más arriba, en los tejidos naturales podemos conseguir un blanco aún más radiante si los ponemos a secar directamente al sol.

El sol es un blanqueador natural, acaricida, fungicida y tiene un resultado maravilloso por ejemplo para eliminar manchas amarillas. Ya te explicaba en otra entrada cómo eliminar la orina de un colchón y parte de la solución consistía en utilizar la luz solar.

Nuevas tecnologías aplicadas a la colada diaria.

Los laboratorios de productos químicos constantemente están investigando nuevos productos blanqueadores ópticos para los nuevos tejidos técnicos que se fabrican.

Trabajan para lograr que el detergente para blanquear la ropa blanca sea cada vez más efectivo. Su objetivo, es que los tejidos blancos brillen cada vez más blancos, siguiendo las exigencias de la sociedad actual que exige blancuras cada vez más perfectas y relucientes.

Investigan las nuevas fibras artificiales que van saliendo. Los tejidos técnicos, fabricados con estas nuevas fibras, están muy lejos de los naturales.

Necesitamos detergentes y tratamientos específicos para mantener su blancura original (que cada vez es más blanca y más brillante)

Estoy segura de que te va a resultar interesantes estos artículos que te dejo a continuación:

Espero que te haya resultado interesante.

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Abrazos de Pepa Tabero.

Cómo hacer con vinagre un limpiador antical casero y ecológico

Te dejo la receta del mejor limpiador antical para cristales ecológico con vinagre que he probado. Un limpiador sin químicos tóxicos. Totalmente biodegradable sin ser dañino para el medio ambiente. Da unos resultados fantásticos.

Ya conoces mi limpiador multiusos, la estrella de mi armarío de la limpieza, al que llamo TRIPLE-A. Te dejo aquí el enlace, por si aún no lo conoces.



Hoy te traigo un nuevo limpiador antical para cristales ecológico con vinagre: AVA

Es muy fácil de preparar en casa. Totalmente ecológico y sin ningún producto químico tóxico. Ademas de todas estas estupendas cualidades, a efectos practico a de uso viene lo mejor de todo: No necesita aclarado.

Este producto limpiador antical para cristales, ecológico, con vinagre es totalmente casero. Es específico para la limpieza de sitios con cal: Grifos, mamparas, cristales, azulejos de la ducha… Resulta ideal para la limpieza diaria de superficies que necesiten un producto antical potente y efectivo.

Este limpiador antical para cristales ecológico con vinagre tiene nombre.  (Al igual que con el del TripleA) lleva incluidas las iniciales de los productos que lo componen: AVA. De esta forma es muy sencillo de recordar:

 AVA: Agua, Vinagre, Alcohol.

Con solo estos tres ingredientes se prepara la fórmula que causa furor en la limpieza de la cal a todo el que lo prueba.

¿Pero por qué hacer un limpiador casero en lugar de comprarlo?

Hay muchos motivos para fabricar nuestros propios limpiadores caseros. Los que a mí me parecen más importantes son:

  • Economía: Los productos de limpieza comprados, son caros. Comparados con el gasto que supone adquirir por separado los ingredientes básicos. Al prepararlos en casa, la diferencia se nota. Los ingredientes básicos son muchísimo más económicos.
  • Ecología: Pocas cosas más ecológicas que utilizar productos que verdaderamente sabemos lo que contienen. Sin conservantes químicos, sin sustancias aromáticas nocivas, sin colorantes artificiales que no aportan nada a la limpieza… Y sin evases que muchas veces no es posible ni siquiera reutilizar ni reciclar. La mayoría de ellos hay que llevarlos a un punto limpio, por la toxicidad de lo que contenía.
  • Salud: Tanto ambiental, como personal. Además, puedes utilizar todas las propiedades que nos ofrecen los aceites esenciales y añadir tu aroma favorito al limpiador.

Necesitamos:

  1. Un bote pulverizador: reciclado bien limpio o nuevo.
  2. Agua: del grifo, o destilada si en tu zona tiene cal.
  3. Vinagre: de ensalada, de vino blanco, de manzana…
  4. Alcohol: etílico, etanol o isopropílico… de limpiar o de farmacia.

Preparacion:

Preparación del limpiador antical para cristales ecológico con vinagre.

En el bote pulverizador, ponemos una parte de Agua, una parte de Vinagre y una parte de Alcohol.

 

Utilidades principales:

La principal utilidad del limpiador antical para cristales con vinagre casero, es limpiar y desinfectar. Ideal para cualquier superficie en contacto con agua en la que hayan quedado restos de cal.

  • El Agua es es el disolvente más universal de la naturaleza.  Tan simple como la vemos, arrastra cualquier tipo de suciedad soluble en ella. Sólo con agua podemos dejarlo todo limpio, excepto las manchas grasas. En eso se basa la publicidad de las bayetas de microfibra. Se publicitan  como bayetas ecológicas, porque no necesitan ningún tipo de jabón o detergente. Limpian “sólo humedecidas con agua”



Lo que ninguno de esos anuncios menciona, es el nivel de desinfección. El agua por sí sola, no desinfecta. Las bacterias, mohos, microbios y otros gérmenes no los elimina. Al limpiar debemos añadir algún componente que le ayude a eliminarlos de la superficie que necesitemos limpiar.

  • El Vinagre es un ácido que por sí solo elimina algunos de los gérmenes con los que convivimos a diario. Además de eso, teme la enorme virtud de disolver  los depósitos de cal de un modo totalmente natural. Al estar rebajado con agua y alcohol, su efectividad es menor que usado puro. Esto resulta ideal para la limpieza y repaso diario de superficies como mamparas de baño, espejos o azulejos.

 

  • El Alcohol es un potente desinfectante y además tiene la cualidad de disolver las grasas. Con este ingrediente, conseguimos una limpieza potente y la higiene perfecta de la grasa. Sobre todo la que dejan los dedos en los espejos, cristales… Para lograr su mayor poder desinfectante, hay que dejar secar al aire lo que limpiemos. Implica indirectamente una cualidad que nos encanta: no sólo no hay que aclarar, sino que No debemos hacerlo.

 

Estos tres componentes tan sencillos, combinados en nuestro limpiador antical para cristales ecológico con vinagre, consiguen una limpieza y desinfección completa.

¿Se puede usar en cualquier superficie?

El lmpiador antical para cristales ecológico con vinagre, sirve para casi cualquier superficie con cal. EXCEPTO el mármol, el terrazo, granito o cualquier otra piedra natural.

El ácido del vinagre (y cualquier otro ácido antical) a la vez que eliminan la cal del agua, eliminan también el brillo pulido de estas superficies. Al no aclararse, el poder del ácido continúa actuando y puede llegar a dejarlas mate y estropearlas.

En cristales, espejos, griferías, sanitarios, bañeras, duchas… lo puedes utilizar son ningún tipo de riesgo y lograras unos resultados fantásticos simplemente aplicándolo con una bayeta humedecida que no suelte pelusa. También puedes pulverizar directamente y después secar con un paño limpio y seco.



Me encanta

Estupendo para las puertas de madera barnizada o lacada. Las puertas no acostumbran a tener cal, pero acumulan decenas de marcas de dedos. Puedes usarlo también en estas superficies sin riesgo de que se estropee el acabado.

En maderas enceradas es mejor no usarlo. En los muebles encerados usa simplemente un paño humedecido con agua, sin ningún otro añadido. Este acabado es muy delicado y tanto el alcohol como el vinagre pueden acabar eliminando las ceras protectoras.

El limpiador antical para cristales ecológico con vinagre, AVA, Resulta ideal para el baño, la mampara de la ducha y las zonas donde el agua tiene cal. Tambíen es un muy buen sustituto para las personas que no pueden o no quieren utilizar amoniaco, aunque pierde un poco del gran poder desengrasante. El vinagre no es tan efectivo para la grasa, aunque el alcohol ayuda a que se disuelvan.

Recuerda siempre la medida básica de segurida:

La primera vez que uses cualquier producto en alguna superficie, ya sea pulverizando directamente la superficie o haciéndolo en la bayeta, siempre hay que hacer una prueba en algún rincón no visible.

 

Estoy segura de que cuando lo pruebes, te va a encantar.

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Abrazos de Pepa Tabero.