Lavar las frutas y verduras del modo correcto se ha convertido en una cuestión de primer orden por culpa del uso indiscriminado de los productos químicos en los cultivos intensivos.
Hoy en día, no podemos lavar las frutas y verduras del mismo modo que lo hacíamos hace años. Los productos químicos han cambiado y son mucho más potentes. Los empleados actualmente, aumentan mucho el volumen de producción. Bien utilizados, son (supuestamente) seguros dentro de los rangos de toxicidad que establecen los departamentos de sanidad encargados de controlarlos. Aún así, una vez que llega ese vegetal a nuestra cocina, tenemos que saber cómo lavarlo para eliminar el máximo posible esos productos químicos, sabiendo que no podremos eliminarlos por completo.
La mejor forma de evitarlos es comprando productos ecológicos, pero ni todas las familias pueden permitirse comer todo ecologico por ser más caro, ni tampoco los productos ecológicos son “tan ecológicos” como nos los quieren vender.
En cualquier caso, todos tenemos claro que cualquier vegetal que vayamos a consumir, hay que lavarlo. Aquí te voy a explicar cómo lavar las frutas y verduras del modo más eficaz, ya sean ecológicas o compradas en bandejas envasadas en el supermercado.
Cómo lavar las frutas y verduras ecológicas
Aunque sean de tu propia huerta y tengas totalmente controlados los productos químicos, siempre tienes que lavar las frutas y verduras con agua limpia, para quitarles el polvo y cualquier organismo patógeno que haya llegado arrastrado por el aire. No basta con sacudirlos o limpiarlos con un paño. Deben pasar siempre por agua de este modo:
- Pon los vegetales a remojo con agua y vinagre (del que se usa para aliñar la ensalada) da igual que sea de vino o de manzana. El que uses normalmente en casa.
- Si son vegetales que vienen de una huerta doméstica, lo necesitarán para eliminar los pulgones, los caracolillos y los restos de tierra que traen de la huerta. Si no tienen tierra o polvo, ni pulgones o algún otro tipo de bichito, y no te han avisado de que los tienes que consumir rápido, porque te los han lavado, desconfía totalmente de la ecología.
- Las zanahorias, las cebollas, los ajos, las patatas… se crían bajo tierra. Lo normal es que traigan un poco pegada. Las lechugas son el alimento preferido de los pulgones y es raro que no traigan alguno, y las frutas, de estar en el árbol, cogen polvo.
- Si se ven limpias y relucientes, es:
- Porque las han lavado, (muchas veces al agua se le añaden ceras especiales para evitar que la humedad las pudra. Aunque sean ceras naturales, llevan productos químicos)
- No son productos verdaderamente ecológicos.
Procedimiento de lavado ecológico
Llena el fregadero de agua y añade medio vaso de vinagre.
Añadir vinagre al agua mientras los lavas, ayudará a eliminar los posibles patógenos que no soporten la acidez del vinagre y eliminará el polvo y los bichitos.
Puedes sustituirlo por unas gotas de lejía o cloro (hipoclorito de sodio)
La proporción es de media cucharadita de café llena de lejía, para un fregadero de tamaño normal, lleno de agua.
Deja tus hortalizas en ese baño durante un par de minutos, para que el água llegue a todos los rincones y se limpien y desinfecten bien.
Despues, aclara bajo el chorro de agua fría, y ya están listas para ser consumidas sin riesgos.
Ten cuidado porque no se puede usar cualquier lejía/cloro.
Tiene que ser lejía especial, de la que pone en la etiqueta que es “apta para la desinfección del agua de bebida”. Suele venir en envases amarillos, pero no toda la lejía amarilla sirve. Tiene que poner en la etiqueta que sirve para desinfectar el agua. Hay que leer la etiqueta.
- No sirve la lejía con detergente, ni ninguna otra que no ponga específicamente que sirve para desinfectar agua de beber.
Cómo lavar las frutas y verduras de supermercado (las “normales”).
Si los pones a remojo, los pesticidas y fungicidas con los que los rocían (sobre todo a las frutas y a las patatas) para que se vean brillantes y relucientes, podrían llegar a entrar por los cortes, poros de la piel o de las hojas. Lo mejor en este caso, es lavarlos poniéndolos debajo el grifo abierto. Frótalos bien con las manos o preferiblemente con un cepillo especial para limpiar verduras (sirve un cepillo de uñas que se use sólo para la cocina).
Recuerda que después del lavado con vinagre o con lejía, tienes que aclararlos bien con agua limpia y secar con papel de cocina. Es mejor usar papel de cocina desechable para asegurarse de que se mantienen bien limpios..
Un último consejo, pero no por ello menos importante:
la fruta, hay que tomarla siempre pelada, porque los químicos que les rocían para evitar enfermedades en el árbol, o los que se les aplica mezclados con las ceras para hacerlas más brillantes, es imposible llegar a eliminarlos del todo.
Pelar la fruta, algo impensable hace unos años porque “en la piel es donde hay más vitaminas” (o eso nos decían), ahora se ha vuelto imprescindible.
Y esto es todo. Si te ha quedado alguna duda sobre cómo lavar las frutas y verduras antes de consumirlas, escríbeme un comentario y te lo explicaré encantada.
Te dejo este enlace a mi otro artículo donde te explico mi truco para conservar la fruta fresca pelada como recién cortada, sin que se oxide ni se ponga negra. Estoy segura de que te va a venir genial.
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